Cada día son más las personas que quieren dejar atrás la ciudad durante fines de semana y vacaciones, y cambiar el asfalto por montañas y caminos repletos de barro. Los terrenos complicados no son aptos para todos los vehículos, y esta es una lección que muchas veces olvidamos, acostumbrados a no tener que pensar, en el día a día, en si disponemos de la mejor herramienta para enfrentarnos a suelos de tierra, baches, montañas o barrizales. Lanzarnos al campo es, en sí, toda una aventura, e igual que cuando uno sale de acampada debe llevar un equipamiento adecuado para posibles improvistos, es una irresponsabilidad emplear nuestro utilitario de ciudad para zonas no aptas para ello.
El sector de los todoterrenos es bastante tradicional, y no da tanto pie a innovaciones disruptivas, en gran medida debido a que los demandantes de este tipo de vehículo suelen estar más interesados en características fiables y reconocidas que en los elementos de confort o estéticos que suelen predominar en los nuevos lanzamientos de coches de ciudad. Esta es la razón por la cual, cuando uno decide adquirir un todoterreno, se tiene que enfrentar a una lista más reducida y menos cambiante en el tiempo que cuando decide comprar un nuevo coche para el día a día en el ambiente urbano. Si estás interesado en saber cuáles son los clásicos en los que todos los aficionados a las rutas campestres confían, sigue leyendo.
Jeep, los reyes por antonomasia
Cuando uno piensa en todoterrenos plenamente funcionales, versátiles en todos los sentidos y muy fiables, inevitablemente se le viene a la mente la marca estadounidense. Los Jeep, nacidos al calor de la Segunda Guerra Mundial con la vista puesta en el transporte funcional de tropas en el frente, son vehículos especializados en garantizar una conducción eficiente en terrenos complejos. Podemos colocar dos modelos en la lista de los mejores todoterrenos del mercado: el Wangler Rubicon y el Gladiator. Respecto al primero, estamos ante un todoterreno equipado con el moderno sistema de tracción Rock-Track y unos ejes robustos que, junto con sus demás características, lo convierten en un 4×4 muy competitivo. Respecto al Gladiator, estamos posiblemente ante el más superior de los pick-up que nos podemos encontrar. Significativamente más alto que el resto de sus competidores, una de sus diferencias más relevantes es el soporte del bastidor, que descansa sobre muelles helicoidales. El tamaño de este titán constituye también su principal debilidad: no es especialmente manejable en entornos con poco espacio de maniobra, a diferencia de su primo pequeño, el Wangler.
Mercedes Benz Clase G, el coloso inalterable
Nacido en 1979 y destinado al uso profesional y militar, el gigante emblema de la marca alemana es posiblemente uno de sus modelos más reconocibles, en gran medida debido a su estética continuista, con ese aspecto cuadrado que lo ha caracterizado desde su lanzamiento. De hecho, desde entonces sus características apenas han variado, adaptándose exclusivamente cuando los avances tecnológicos eran tan disruptivos que el cambio era inevitable: el Clase G ha hecho suyo el dicho que enuncia que aquello que funciona es mejor no tocarlo en demasía. Hablando de todoterrenos puros, estamos ante la elección predilecta de los especialistas y de aquellas personas que frecuentan terrenos de campo con mucha frecuencia. Con un precio elevado, que supera los 130.000 euros en su versión básica, estamos ante un vehículo que, además de mantenerse como uno de los más confiables en lo que a técnica se refiere, es puntero a la hora de añadir características y elementos de confort y lujo en el mundillo de los todoterrenos. La última renovación, de 2018, le ha supuesto al Clase G un adelgazamiento razonable y la inclusión de funcionalidades modernas como las pantallas de gran tamaño en su interior o los faros LED. Por lo demás, su condición de todocamino permanece inalterada.
Toyota Land Cruiser, una sabia elección
El modelo de la marca japonesa no cuenta con el prestigio y el glamour del Mercedes Clase G, ni con la reputación adquirida durante décadas que llevan aparejada todos los modelos de Jeep. El Land Cruiser es, sin embargo, uno de los todoterrenos más interesantes del mercado. Sin ser sobresaliente ni contar con funcionalidades dominantes, tiene una serie de elementos que, sumados a su precio competitivo, lo convierten en un serio candidato a convertirse en el vehículo de todo amante del campo. En primer lugar, estamos ante un vehículo robusto y capaz de atravesar sin problemas las zonas más exigentes. Cuenta con un sistema de tracción muy eficiente, con un tamaño balanceado y con un control de conducción dinámico que permite seleccionar el tipo de conducción en función del terreno que estemos atravesando (zonas embarradas, rocas…). Entre los elementos más funcionales para conducir zonas intrincadas, el Land Cruiser viene equipado con el sistema Underfloor View, que nos permite visualizar el terreno situado bajo el vehículo cuando lo estamos atravesando. Con 204 CV, estamos ante un todoterreno suficientemente potente y muy equilibrado, sin duda una opción inteligente.
Suzuki Jimny 2018, no lo infravalores
Y por último, pero no menos importante, estamos ante el pequeñín de la lista. El Jimny parece casi de juguete, con una estructura cuadrada y achatada que lo hace parecer enano ante los gigantes de esta lista. Con solo dos plazas, poco más de 1.000 kg y una longitud muy reducida, su tamaño es, sin embargo, su gran virtud, la que lo convierte en un todoterreno a tener en cuenta. El nuevo modelo es bastante más estético que el antiguo, y se asemeja más a otros todoterrenos rectilíneos como el Clase G, además de incluir funcionalidades modernas como el sistema de tracción total ALLGRIP.
Lo que hace que el Jimny sea tan especial es, como hemos comentado, su tamaño. Si bien no es potente ni tiene unas características demoledoras, los terrenos verdaderamente complejos no se le atraviesan, y es el auténtico rey de los tramos con maniobrabilidad reducida. Cuando el asunto se pone feo de verdad, el Jimny es todo un titán.