Hoy en día, los coches más modernos están dotados de grandes logros de la tecnología que hacen que la conducción no solo sea más segura sino más fácil. Dentro de la gran cantidad de avances que hay actualmente, podemos hablar de las pantallas interiores dotadas de inteligencia artificial, espejos retrovisores digitalizados o proyección en la luna delantera de información relacionada con el coche.
Muchos de estos gadgets aprovechan los avances de la tecnología más actual para hacer que cuando conduzcamos todo sea mucho más sencillo.
A todo ello hay que sumar la tendencia alcista de la electrificación del automóvil, aunque de momento los coches eléctricos no tienen tanta penetración como tienen los coches con otra clase de motorizaciones, aunque sí hay que decir que cada vez van saliendo modelos mucho más potentes y con más autonomía, uno de los hándicaps a los que se enfrentan las principales marcas de la automoción.
A la electrificación de los coches y a los grandes avances en cuanto a conducción y seguridad se refiere, hay que sumar la gran cantidad d proyectos innovadores que hay, como el que está liderando actualmente la Unión Europea para poder crear corredores eléctricos gracias a postes de carga ultrarrápida, lo que permitirá viajar por las principales autopistas sin tener que ir recargando cada poco.
Frenos de tungsteno, lo último en tecnologías para la conducción
Es importante tener en cuenta que la evolución que tienen los materiales, los cuales están relacionados con las nuevas tecnologías, como por ejemplo la tecnología mecánica aplicada en el sistema de frenado con un sistema de freno de tungsteno, lo que reduce notablemente la emisión de partículas.
Uno de los adelantos que veremos en muchos coches, sobre todo los de gama alta, es la sustitución de los espejos retrovisores por cámaras. Todo apunta a que Audi será el primer fabricante que los ponga en marcha eliminando los espejos por cámaras.
En este caso, el espejo que todos conocemos, será cambiado por una pequeña estructura en cuyo interior hay una cámara que proyecta imágenes que capta en una pantalla interior, prácticamente a la misma altura en la que se encuentra el retrovisor convencional. El conductor podrá ajustar la posición del ojo digital así como seleccionar tres modos de visualización diferente, pensadas para poder circular por autopista, carreteras o para hacer maniobras de aparcamiento.
Gracias a esta tecnología, se puede reducir la anchura del vehículo en unos 15 centímetros. Además también mejoran otros aspectos como la sonoridad o la aerodinámica, dado que elimina las turbulencias que suelen generarse en la zona próxima a los espejos durante los viajes.
La distribución de cargadores ultrarrápidos para coches eléctricos es algo que iremos viendo poco a poco para poder hacer que estos coches puedan circular más y durante más tiempo. Se instalarán postes que funcionan a 350kW y que permitirán cargar las baterías de los modelos eléctricos en poco tiempo, llegando a hacerlo ente tres y siete veces más rápido de lo que se hace actualmente.
Postes de carga ultrarrápida
Gracias a esta potencia de carga, será suficiente con 10 minutos para recargar las baterías al 80% de su capacidad. Actualmente, las tomas d carga con más capacidad son las de Nissan, con 50 kW y Tesla con 120 kW.
El principal objetivo no es otro que el de montar los postes en autopistas y poder crear corredores europeos. Para ello, las principales firmas de automoción europeas: Audi, BMW, Ford, Mercedes, Mini, Porsche, Smart y Volkswagen han creado Ionity, una joint venture que espera crear unas 400 estaciones repartidas por la UE en el año 2020.
Cada uno estará a 120 kilómetros del siguiente como máximo. Actualmente hay algunos puntos operativos, aunque de momento solo funcionan a 150kW, pero será en 2019 cuando esta clase de postes llegará a los 350kW, lo que permitirá afrontar viajes más largos.
Funcionan con el estándar CSS, el cual sirve para la mayoría de coches eléctricos en Europa, Estados Unidos y Corea, a excepción de Renault, Nissan y Mitsubishi.
Otra de las grandes apuestas serán pantallas más grandes acompañadas de inteligencia artificial. Las pantallas digitales son uno de los equipamientos más importantes con los que cuentan los automóviles más modernos de hoy en día.
Pueden tener orientación tanto horizontal como vertical y funcionan como un completo centro de control, donde reúnen música, teléfono, navegador, apps, ajustes del vehículo y también apps o incluso acceso a Internet.
Gracias a la tecnología más moderna, una de las tendencias más actuales es la de aumentar sus dimensiones para poder hacer más fácil el manejo y visualización, completando el control oral tradicional y la inteligencia artificial, haciendo que la comunicación con el equipo sea mucho más fácil y útil.
La importancia de la Inteligencia Artificial
Aquellos dispositivos que cuenten con inteligencia artificial tienen la capacidad de poder recibir órdenes, como si se tratase de un asistente virtual para prácticamente todo.
Antes se podían localizar restaurantes en un buscador, los contactos en la agenda del teléfono, etc. Además, los sistemas más actuales, ya pueden responder correctamente a frases un poco más complejas, como por ejemplo: “Quiero buscar un restaurante chino cercano”, por ejemplo.
Los discos de freno anti emisiones serán otra de las tecnologías que no faltarán en el futuro en los coches. Se sabe que tanto los frenos como los neumáticos son los responsables del 32% de las emisiones de partículas que produce un coche al circular.
Cada uno de estos elementos supone la mitad de este porcentaje y el resto procede del motor. Cuando se frena, el desgaste de los discos y las pastillas arrojan polvo a la atmósfera.
La firma alemana Bosch ha desarrollado unos nuevos discos de freno conocidos como Disc, que tienen la capacidad de reducir las partículas hasta en un 30% frente a los convencionales. Son discos metálicos normales aunque tienen un recubrimiento específico de carburo de tungsteno que es el que tiene la capacidad de aportar estas propiedades ecológicas.
Actualmente estos discos tienen un precio tres veces superior que los tradicionales, aunque todo apunta a que irán bajando de precio a medida que se vayan montando en más modelos. De momento solo están ofrecidos en el Porsche Cayenne.
Su sobreprecio se ve compensado con una duración de casi el doble que los metálicos, proporcionando una gran resistencia ante la fatiga con frenadas fuertes continuadas, casi como si se tratase de frenos cerámicos.