Aunque ya estamos en la segunda quincena de agosto, hay muchas personas que aún no han salido de vacaciones porque prefieren salir en septiembre, un momento en el que las temperaturas son buenas y no hay tanta masificación turística en todos lados.

Cada vez son más las personas que prefieren salir de vacaciones en septiembre o incluso en octubre, conscientes de las grandes ventajas que ello conlleva, sobre todo en lo relacionado con los precios, donde el alojamiento es mucho más barato.

Salir con el coche es una de las mejores formas para evitar tener que depender de los horarios de las compañías de transporte y nos permite tener más libertad de movimientos.

Todavía queda bastante de verano y muchas personas optan por ir con su vehículo por la carretera, lo que puede hacer que se produzcan situaciones intensas en la carretera. Por ello, hay algunas cosas que deben ser tenidas en cuenta antes de ponerse en marcha de cara a un largo viaje por carretera.

En verano, los trayectos por carretera suelen ser largos y a ello, hay que sumar las condiciones adversas que puede hacer que la experiencia no sea todo lo buena que quisiéramos. Los atascos son una de esas condiciones por las que a ninguno nos gustaría pasar cuando estamos en carretera, pero es algo a lo que todos estamos expuestos.

Los imprevistos en la carretera en verano

Asimismo, también nos enfrentamos a otros factores como pueden ser el calor o las averías imprevistas provocadas por las altas temperaturas. Por esa razón, es tan importante hacer una revisión al coche antes de salir para no llevarnos una sorpresa de última hora que pueda estropearnos las vacaciones.

Para que el viaje sea lo más llevadero y cómodo posible, lo mejor es ir preparado contra cualquier clase de imprevisto. Por esa razón nunca está de más tener en cuenta las situaciones que describe la Dirección General de Tráfico como algunas de las más comunes que pueden darse en nuestro viaje por carretera durante la temporada estival.

Comenzamos por los atascos, una de esas situaciones a las que todos podemos enfrentarnos y ante la que no hay que perder la calma en ningún momento, sobre todo porque no se conseguirá nada enfadándose.

Son comunes durante el verano y para evitarlos se recomienda una buena planificación del viaje, siempre estando atentos a las indicaciones oficiales que proporcionan los medios de comunicación por los medios tradicionales o a través de Internet. Lo mejor es ir a la página web de la DGT y utilizar su mapa interactivo, donde estaremos al tanto del estado de las carreteras.

En ocasiones, hay veces que no podemos evitar los atascos, normalmente derivados de un accidente en la carretera. En este caso, es muy importante mantener la distancia de seguridad respecto al vehículo que tenemos delante. Lo mejor es detenerse siempre, pudiendo ver las ruedas del coche que tenemos frente a nosotros.

Hay que estar muy atentos a los retrovisores para evitar alcances. Es importante tener en cuenta que no debemos confiarnos si la vía de repente está mu vacía porque puede llenarse rápidamente.

Ante un atasco hay que mantener la calma

Un atasco puede producir una situación de estrés, especialmente si se va con niños en el coche. Por eso, es importante tener preparado un plan B en caso de que se produzca esta situación de estrés, especialmente para los más pequeños de la casa.

Hay que bajar las ventanillas y armarse de paciencia. Se puede preparar algún juego, canción o incluso, se les puede poner un DVD en el reposacabezas delantero para que estén entretenidos. No hay que olvidarse de otros aspectos como tener una buena hidratación para que estén lo más cómodos posible y esta situación se les pueda hacer más llevadera.

Los imprevistos son una de las situaciones a las que no podemos dar esquinazo y por ello, debemos estar preparados para lo que pudiera pasar, porque puede sucedernos a cualquiera.

Podemos hablar de una avería, un pinchazo, que los niños se mareen, etc. Normalmente todo tiene solución fácil, pero lo más importante es no perder la calma y que pueda hacer las cosas con tranquilidad para hacerlas bien. No importa si se llega al destino una o dos horas más tarde, lo importante es hacerlo y bien.

Por ello, si te ves enfrentado a una de estas situaciones, procura mantener la calma en todo momento. Si te agobias, lo mejor que se puede hacer es tomar un poco de agua y descansar durante un rato para recuperar energías.

Si detectas una avería, es importante inmovilizar el vehículo en una zona de la carretera donde no se moleste a nadie. En caso de no poder hacerlo, desde la DGT recomiendan que hay que señalizar la situación con las luces de emergencia y colocar los triángulos de preseñalización a unos 50 metros del vehículo para poder avisar al resto de conductores. Todo ello hecho con los chalecos reflectantes.

Qué hacer en caso de ver un accidente

En caso de ver un accidente todo conductor tiene la obligación legal de socorrer a las víctimas. Hay que detener el vehículo en un lugar seguro y llamar rápidamente al número de emergencias 112 para que envíen una patrulla de la Guardia Civil y una ambulancia.

En caso de que haya víctimas que haya que socorrer, hay que aplicar el protocolo PAS (Proteger, Avisar y Socorrer) Hay que señalizar la zona correctamente con luces y triángulos y hay que avisar a los servicios de emergencia.

Si se tienen conocimientos de primeros auxilios hay que ponerlos en marcha en caso de que no sea algo grave. Mientras llegan los servicios sanitarios, es buena idea seguir sus indicaciones.

El sol es otro de los compañeros de viaje que nos encontraremos durante la temporada de verano y que puede contribuir a producir fatiga visual al conductor.

En caso de que vayamos a hacer un largo viaje y tengamos problemas visuales, es importante consultar con un oftalmólogo sobre los pasos que se deben seguir y los aspectos a tener en cuenta para que no nos afecte de manera negativa durante el viaje.

Es importante llevar unas buenas gafas de sol para evitar el deslumbramiento, especialmente durante el amanecer y el atardecer. También hay que tener presente las horas que llevamos conduciendo. Para ello, es necesario contar con unas buenas gafas de sol.

Aun así, algunas cosas a tener en cuenta son los deslumbramientos durante el amanecer y el atardecer, o vigilar cuando llevamos muchas horas conduciendo. Esto significa que es recomendable contar con unas buenas gafas de sol.