Las cosas se mantienen mal en lo que tiene que ver con el combustible para los coches, por lo que es normal que más de uno piense en los GLP a la hora de cambiar de vehículo. Te mostramos algunas de las cosas más positivas que ofrecen y que tienes que conocer para tomar la mejor decisión posible.

Lo cierto es que los últimos datos que se conocen hablan de un aumento en las ventas de este tipo de coches, lo que se debe también por una mayor apuesta por parte de los fabricantes por ofertar diferentes modelos. Es decir, que poco a poco se van convirtiendo en habituales.

Qué son los coches que utiliza GLP

No son distintos a los que ves en la carretera, ya que compren modelos de muchos fabricantes. Lo único que, en vez de utilizar gasolina o diésel, lo que usan para impulsarse es GLP (que también se conoce como AutoGas). Y, lo cierto, es que este no es un invento actual, porque hablamos de una tecnología que en su base comenzó a utilizarse a principios del siglo XX -concretamente se recurre al propano y el butano de forma separada-.

Sus letras (GLP) ya dejan bastante claro de lo que hablamos: Gas Licuado de Petróleo) y, para sorpresa de muchos, se compone de una mezcla de butano y propano (70 y 30% habitualmente), y se ha llegado a un punto que independientemente de cómo se obtenga esta fuente de energía para los coches, ofrece seguridad suficiente para que los propios usuarios puedan realizar repostajes con fiabilidad.

Qué ha hecho que cada vez sea más popular

Pues la primera y principal es que su precio, generalmente, es bastante más bajo que el que tienen los combustibles que llegan desde materias fósiles. Así, en más de una ocasión puede estar su precio un 45% más barato, lo que supone un ahorro muy importante para el consumidor. En el último año se ha estrechado la horquilla, pero últimamente se está volviendo a las cifras que hemos mencionado.

Por otro lado, la contaminación que se produce con los coches que utilizan GLP es menor. Algunos ejemplos es que se expulsan hasta un 80% menos de óxido de nitrógeno si se compra con el diésel. Incluso, las partículas son menores y el dióxido de carbono (CO₂) es un 15% menor. Por lo tanto, hablamos de un combustible que es mucho más respetuoso con el medio ambiente.

Si te decides por la compra de un coche impulsado por GLP, debes saber que hay algo que es relevante: el impuesto de circulación es más barato, por lo que el gasto de mantenimiento asociado baja. En algunas ocasiones, dependiendo de donde vivas, puede conseguir hasta un 75% de reducción, pero lo habitual es que sea la mitad.

La mecánica no es un problema actualmente con el GLP

Esto lo decimos debido a que los problemas de instalación que existían hace unos años, ya son cosa del pasado. Actualmente, este tipo de coches utilizan inyectores y depósitos como los motores de gasolina, y lo que se hace es añadir un sistema de inyectores más para poder gestionar el uso del GLP (así como todo lo necesario para almacenar el AutoGas). Por lo tanto, se puede decir que se tiene un “dos en uno”. Y los precios no son una locura, ya que hablamos de cantidades que oscilan entre los 1.500 y los 3.000 euros aprovechando para la instalación el hueco de la rueda de repuesto.

Esto que hemos comentado tiene un beneficio adicional, que no es otro que disponer de una mayor autonomía. Esto se debe a que, aparte de tener la habitual que ofrece el depósito de gasolina, se añade la propia del GLP. ¿Y cuánto más se consigue? Pues entre los 500 y 600 kilómetros. Por lo tanto, tendrás que parar mucho menos al hacer viajes largos.

Pero hay algo positivo más: en lo que tiene que ver con el mantenimiento, también hay mejora respecto a los coches de combustibles derivados de los fósiles. El deterioro del motor es notablemente menor debido a la baja existencia de residuos. Y, esto, supone un ahorro a largo plazo incluso en el cambio de aceite debido a que este se mantiene en buen estado por muchos más kilómetros.

Sí, existen algunos inconvenientes

No todo es color de rosa, como es lógico pensar. Una de las cosas que debes asumir en el caso de decidirte por el uso de GLP como combustible es que notarás una evidente pérdida de potencia. Se suele decir que esta es de un 5%, pero lo cierto es que generalmente se llega a incluso un 10% de la habitual de un motor de gasolina de un modelo de coche en concreto. Para que te hagas una idea: será como conducir siempre con el aire acondicionado encendido… así de claro. Esto, por cierto, puede generar un mayor consumo debido a que se busca “pisando más” conseguir los mismos resultados que con un coche de combustibles derivados de los fósiles. Y, por lo tanto, se demanda más gas.

Otra cosa que debes tener presente es que la dependencia de la gasolina no se evita por completo. Lo normal es que en el depósito para está que tienes los coches con AutoGas debe tener algo de combustible. Aparte de poder exprimir mejor al vehículo en algunas ocasiones, debes tener muy presente que hasta que no se llega a una temperatura de unos 45 grados, el GLP no se puede utilizar, ya que no funciona correctamente el evaporizador. Además, el arranque nunca se hace con el gas.

Son bastantes los beneficios que tiene el GLP. Si no tienes una gran demanda de potencia a la hora de conducir, todo lo que se consigue en ahorro y ser más respetuoso con el medio ambiente, es más que suficiente. Por lo tanto, no es mala idea plantearse la compra de un coche de este tipo.