Cuando uno sale a la carretera con el coche, debe estar preparado para cualquier clase de imprevisto que pudiera suceder. Aunque siempre hay que estar atentos en la carretera, puede que en alguna ocasión nos veamos envueltos en una situación en la que nunca hayamos estado antes y no sepamos correctamente cómo reaccionar, como por ejemplo conducir con niebla.
Vas conduciendo y de repente, después de salir de un túnel, sobre todo en zonas de montaña o valles (aunque puede suceder en otra clase de condiciones), te encuentras con que hay un montón de niebla. ¿Sabrías cómo reaccionar correctamente? En este artículo te explicamos algunos detalles que debes tener en cuenta para no sufrir un accidente.
Lo que debes hacer cuando hay niebla en la carretera
Conducir con niebla es una de las situaciones a las que a ningún conductor le gustaría enfrentarse, sobre todo si se trata de una niebla demasiado densa. Es una situación que revierte bastante peligro en la carretera y en situaciones de visibilidad muy baja, conlleva muchos riesgos dado que no vemos a quien tenemos delante y los que vienen tras nosotros no nos podrán ver.
Lo mejor es seguir las pautas que vamos a compartir con vosotros, sobre todo tanto para ver como para ser vistos y así poder evitar cualquier clase de accidente, tanto provocado por nosotros como por terceros conductores.
Uno de los aspectos que hay que tener en cuenta, y algo básico cuando se conduce con niebla, es procurar tanto ver como ser visto. No solamente saber por dónde vamos sino también asegurarnos de que el resto de conductores advierten nuestra presencia en la carretera. De lo contrario, podrían llegar a producirse diferentes situaciones peligrosas a las que no te gustaría enfrentarte.
Para que nos vean, debemos utilizar las luces de cruce y también las luces y piloto antiniebla, nunca usar las largas porque lo único que se hará es reflejar la luz en la niebla, por lo que no valdrá para nada. También es importante retirar la humedad del habitáculo para evitar tener la visibilidad más reducida de lo que ya está.
Si no se ve nada, lo mejor que se puede hacer es detenerse en un lugar seguro. Si finalmente la visibilidad empeora hasta que no se puede ver absolutamente nada. Es necesario detener el vehículo en un punto en el que no se tenga peligro, como puede ser una estación de servicio y esperar. Hay que ir a la velocidad justa, siempre acorde a la situación en la que nos encontramos.
¿Cómo utilizar las luces del coche?
En una situación como estas es muy importante conocer cómo poder usar las luces correctamente. Para ello, hay que conocer a la perfección el sistema de iluminación que se debe utilizar en cualquier clase de situación y también asegurarse de que el sistema está funcionando como debería. No debería haber bombillas fundidas o que funcionen parpadeando. En este caso hay que cambiarlas cuando se tenga la oportunidad y se pueda aparcar en un lugar seguro.
Hay que prestar especial cuidado para evitar deslumbrar al resto de conductores; por eso, cuando estemos en carretera y baje la niebla, independientemente de si es espesa o no, nunca hay que utilizar las largas, al menos en medida de lo posible.
Si usamos las largas, su potencia hará que la luz choque contra las minúsculas gotas de agua que hay en suspensión y que forman parte de la niebla, lo que provoca que rebote en muchas direcciones, haciendo que se reduzca la visibilidad de los demás conductores.
Esta es una de las principales razones por las que se deben usar los faros antiniebla delanteros, porque apuntan más hacia abajo que las propias luces de cruce o largas, consiguiendo crear un haz de luz que aunque no es más largo sí que es más ancho y permite una mejor visibilidad en estas condiciones.
Contar con una buena visibilidad tampoco depende solo de la buena iluminación, se deben tener los cristales completamente libres de vaho. Esto es algo bastante común cuando baja la niebla, por tanto, se recomienda bajar un poco las ventanillas o limpiar bien los cristales cuando nos sea posible.
Aumenta la comodidad a la hora de conducir en esta situación
También se puede poner en marcha el sistema de climatización del habitáculo. En este caso podrás advertir de un problema que puede ser común. Si cada vez que subes al coche sale vaho en los cristales, se puede deber a que el filtro de aire está sucio y pueda dificultar el paso del aire. Otra opción es que la ventanilla no está tan limpia como debería. Haciendo esto comprobarás cómo la visibilidad mejora más que notablemente.
La velocidad, tal como hemos dicho, debe ser la adecuada, a un ritmo lo suficientemente bajo como para poder reaccionar rápidamente frenando en caso de emergencia y lo suficientemente elevado como para asegurarnos de que no podamos sufrir una colisión por alcance.
Sea como sea, hay que ir con mucha precaución y nunca tener prisa. En caso de no estar seguros o no estar cómodos conduciendo, se debe parar en un área recreativa o en una gasolinera y esperar a que la niebla se despeje por completo o lo suficiente como para tener una visibilidad correcta.
Si por algún casual algún coche impacta, se recomienda quedarse dentro del coche, sobre todo porque las colisiones no serán a gran velocidad y dentro del vehículo se estará más seguro que si salimos fuera, porque corremos el riesgo de ser atropellados, independientemente de si llevamos los chalecos reflectantes, que, en este caso, no resultarán de demasiada ayuda.
Así que ya sabes, cuando baja la niebla intenta salir de ella a no ser que te haya cogido de lleno, en ese caso extrema las precauciones, no uses las largas, mejor las de cruce o mucho mejor las antiniebla, limpia las ventanillas, reduce la velocidad y si hay suficiente visibilidad como para ver el vehículo delantero, mantén sobre todo la distancia de seguridad.