Todos echamos de menos a algunas de las muchas marcas de coches que nos acompañaron durante nuestra vida, pero no solamente en cuanto a coches se refiere, aunque en este caso si vamos a hablar de marcas que nos acompañaron durante muchos años y que hoy no existen.
Marcas de coches que ya no están con nosotros
Como en cualquier otro sector, la automoción ha visto cómo han ido apareciendo y desapareciendo, dejando tras de sí un gran número de modelos diferentes, como por ejemplo la marca británica Triumph, conocida también por sus fantásticas y codiciadas motocicletas, aunque en sus orígenes comenzó haciendo bicicletas.
Se fundó en el año 1890 y duró hasta 1984, aunque hay que decir que parte de su negocio aún sigue presente. Pero desde que comenzó, tuvieron que pasar 33 años para que produjesen su primer automóvil, el modelo 10/20, un coche con 4 cilindros y frenos mecánicos como una gran innovación por aquel entonces.
Los más fanáticos de los coches de esta firma seguro que recordarán el modelo Stag, que formó parte de los diferentes coches de los que condujo James Bond en una de sus películas, “Diamantes para la eternidad”, de 1971.
Clément Bayard puede que sea una marca no demasiado conocida y es lógico porque su paso por el mundo de la automoción fue bastante fugaz, durando tan solo desde 1903 hasta 1922. Gustave Adolphe Clément fue el emprendedor que puso en marcha esta firma, que en su momento era una de las más modernas del país.
Su fábrica era de lo más variado porque de ella salieron bicicletas, aviones e incluso dirigibles, pero también coches, muchos de ellos de competición. El problema llegó con la Primera Guerra Mundial, donde la fábrica cayó en manos de los alemanes y dejó de fabricar coches. Tras la contienda, no pudo levantar cabeza y finalmente se disolvió en 1922, aunque posteriormente pasaría a formar parte de la firma Talbot.
Studebaker y Packard, dos clásicos norteamericanos
Aunque en el siglo XIX nacieron un gran número de marcas automovilísticas en Estados Unidos, no todas pudieron aguantar el envite de la Segunda Guerra Mundial, pro otras sí, como es el caso de Studebaker y Packard. No eran autos demasiado lujosos ni tenían un diseño espectacular pero eran muy fiables y contaban con una gran calidad en sus materiales y acabados.
La crisis del sector así como diversos problemas económicos, hicieron que tuviesen que cerrar. De esta forma, dos clásicos como Studebaker (1852 – 1967) y Packard (1899 – 1958) dejaron de existir.
Otra de las grandes marcas norteamericanas fue Oldsmobile (1897 – 2004) Durante su vida fabricó más de 35 millones de coches y cuando cerró definitivamente rea la firma automovilística más antigua del mundo junto a Peugeot y Daimler.
Pontiac también desapareció, después de haber estado desde 1926 hasta 2010, firma introducida al mercado por una de las grandes, General Motors. Esta marca estuvo enfocada a modelos deportivos de buen rendimiento, como por ejemplo el Pontian Trans Am Firebird, uno de los protagonistas de la serie “El coche fantástico”, pero no fueron los únicos modelos conocidos de esta firma, también destacaron el GTO y el Bonnerville.
Hispano Suiza, todo un mito
Otra de las marcas de coches que nos abandonaron fue Hispano Suiza, aunque su germen fue La Cuadra, la primera marca que fabricó coches en nuestro país en los años 1899 y 1901. Posteriormente estuvo Hispano Suiza, entre 1904 y 1946, siendo una de las marcas españolas más reconocidas en todo el mundo. Fue fundada en Barcelona por varias personas, los empresarios Francisco Seix Zaya y Damián Mateu Bisa y por el ingeniero suizo Mark Birkgit.
Fue una de las firmas automovilísticas más importantes entre los años 20 y los años 30, sobre todo gracias al impulso del rey Alfonso XIII, a quien se honró con el nombre de un modelo de esta prestigiosa marca que en su momento llegó a contar con diferentes fábricas de producción.
La firma se nacionalizó durante el mandato de Franco y pasó a formar parte del Instituto Nacional de Industria, con nombre de ENASA, de donde salió otra de las grandes firmas españolas Pegaso, especializada en vehículos militares, camiones y autobuses. La parte francesa de Hispano Suiza se dedicó sobre todo hacia la industria aeronáutica, la cual está integrada dentro un grupo francés llamado Safran, especializado en industria aeronáutica, aeroespacial, telecomunicaciones, seguridad y defensa entre otros.
Talbot, otra firma que desapareció
En el año 1903 el conde de Shrewsbury-Talbot comenzó a financiar la empresa, poniéndole su propio nombre y su finalidad era importar los modelos franceses de Clément Bayard y venderlos en el territorio británico pero con otro nombre. Dos años después, la compañía ya se llamaba Clément -Talbot y lo que hacía era montar las partes hechas por los franceses en la fábrica londinense de North Kensingfton.
Después de la Primera Guerra Mundial, la compañía pasó a manos de una firma británica pero con sede en París, conocida como Sunbeam – Talbot Darracq. En 1935 la firma quebró y se disgregó en dos. La fábrica de Francia se llamó Talbot – Lago y la británica, que fue adquirida por el Grupo Rootes, se llamó Sunbeam – Talbot.
Talbot – Lago fue comprada por Simca, pero en 1967 la firma Chrysler se hizo con Rootes y se fusionó con Simca, haciendo que Talbot, tanto en Francia como en el Reino Unido volviesen a ofrecer lo mismo. De esta firma, no podemos olvidarnos de modelos como el Talbot Horizon (Que usó la Policía Nacional en los ochenta como coche Z), el Talbot Samba o el Talbot Solara.
Simca, también desapareció tras una historia que comenzó en 1934 y que finalizó en 1980, dejándonos varios modelos entre los años 50 y 70 que tuvieron una buena aceptación, e incluso, como muchos otros, tuvieron cierta fama en algunos rallies, algunos, pero con coches tuneados de forma particular. ¿Os acordáis del Simca 1000 y del 1200?
Santana Motor también desapareció, dejándonos un fantástico legado como el Land Rover Santana. A mediados de los ochenta hizo varios acuerdos con Suzuki para producir el Vitara, Samurái y el Jimmy.