Los superdeportivos son coches que siempre llaman la atención, sobre todo los más modernos. A pesar de ello, hay modelos que ya tienen unos cuantos años que no dejan de ser sorprendentes como el Cizeta Moroder V16T.

Este vehículo está muy ligado al diseñador Marcello Gandini, quien tras fundar Bertone, fue el encargado de diseñar los Lamborghini Miura o el Countach, dos clásicos de la firma del toro italiano. Pero este hombre no solo diseñó esos pesos pesados, también hizo lo propio con el Bugatti EB110 o el famoso DeTomaso Pantera, lo que deja patente que es un peso pesado del diseño de automóviles.

A finales de la década de los ochenta Gandini envió a Lamborghini su diseño para el modelo Diablo. En aquel momento la empresa era propiedad de Chrysler y el diseño fue directamente desechado porque lo consideraron demasiado extremo.

Gandini no se dio por vencido y contacto con Claudio Zampolli, un famoso ingeniero automovilístico italiano, quien se encontraba desarrollando su propio superdeportivo. Además, necesitaba un diseñador que desarrollase una carrocería impactante.

La idea de Gandini fue la de fabricar el Lamborghini Diablo que Chrysler desechó, pero mucho más extremo de lo que se hubiera pensado en cualquier momento. Estos fueron los primeros pasos que dio el Cizeta Moroder.

En este caso, sucedió como suele pasar en estos casos, se necesitaba financiación y para ello, Zampolli se asoció con el famoso productor musical, compositor y DJ Giorgio Moroder, que en aquellos momentos estaba en la cresta de la ola, sobre todo por haber compuesto la banda sonora de películas como Scarface así como muchas otras producciones de éxito.

Giorgio Moroder financió el proyecto

Finalmente se obtuvo la financiación necesaria para la creación del Cizeta Moroder V16T. Cizeta era la pronunciación de las iniciales de Claudio Zampolli, Moroder el apellido del productor musical y quien había financiado el vehículo y V16 hacía referencia al esquema del motor y la T a la disposición de la transmisión.

El Cizeta Moroder V16T fue presentado en el Salón de Ginebra en el año 1988, una época boyante en la que había mucho dinero. Esto quedaba patente con las ventas de Ferrari con su modelo F40. La firma de il cavallino rampante no podía dar a basto para vender su producción y contaban con una gran cantidad de pedidos.

En ese momento, la llegada del Cizeta Moroder V16T fue sorprendente, dejó a todo el mundo asombrado con el aspecto deportivo con el que contaba, su toque agresivo, las impresionantes branquias laterales y algo que no dejó a nadie indiferente, su gran anchura, que poco o nada tenía que envidiar a cualquier otro superdeportivo de la época.

Todos los aficionados a los coches, no dudaron en asociar el aspecto del Cizeta Moroder V16T con el de un Lamborghini. Su frontal, los faros escamoteables , su agresividad y sobre todo los neumáticos que montaba eran una de sus señas de identidad. Contaba con los neumáticos más anchos en producción de Pirelli, con 335 milímetros de sección y tenía un ancho de nada menos que 2,05 metros.

La razón del por qué era tan ancho es que tan solo su motor medía un metro y medio de largo y estaba montado en posición transversal. Se trataba de un V16 atmosférico desarrollado por un grupo de ingenieros liderado por Oliviero Pedrazzi, con quienes Gandini ya había trabajado anteriormente con el Lanborghini Countach.

¿Cómo era su motor?

En lugar de crearse un único bloque, lo que hizo fue juntar dos V8 de tres litros con un cigüeñal flat plane, lo que dejaba como resultado un cigüeñal solo. Además, también destacaba por contar con ocho árboles de levas y una distribución común a ambas mitades.

Contaba con cuatro válvulas por cilindro y 5.995 centímetros cúbicos, contaba con 64 válvulas y rendía una potencia máxima de 540 caballos a 8.000 rpm así como un impresionante par motor de 542 Nm a 6.000 rpm. La potencia del este vehículo era enviada directamente al tren trasero mediante un cambio manual de cinco marchas.

La transmisión del Cizeta Moroder V16T estaba colocada en T con respecto al motor, colocado de forma transversal. A pesar de que se utilizó aluminio en su construcción, no estamos hablando de un vehículo ligero porque pesaba nada menos que 1.700 kilos.

Aún con este impresionante peso, contaba con unas prestaciones impresionantes. Se ponía de 0 a 100 kilómetros por hora en tan solo 4 segundos y contaba con una velocidad máxima de 328 kilómetros por hora. Por aquel entonces, el precio era de 250.000€, que hoy en día serían unos 750.000€ teniendo en cuenta la inflación.

El hándicap al que se enfrentaban era que ese precio era del doble que un Lamborghini Diablo, su competidor más directos. Ambos fueron lanzados al mercado en el año 1991 debido a varios retrasos en la producción del Cizeta, sobre todo por la complejidad de su motor.

Hay que decir que las prestaciones nunca fueron probadas de manera oficial y según los expertos, el vehículo contaba con algunos problemas de calidad y un interior casi espartano. Por otro lado, este superdeportivo nunca pudo ser homologado en Estados Unidos, uno de los mercados objetivos de la firma donde se tenían muchas esperanzas.

Sólo se produjeron 8 unidades

Finalmente, solo se produjeron 8 unidades antes de que quebrase en el año 1995 debido a la recesión. A pesar de ello, se produjeron tres unidades más entre 1999 y 2003. Zampolli fabricó dos V16T Coupé y un único Spider TTJ.

La firma se trasladó a California en el año 2006 y llegó a ofrecer la construcción de los V16T por encargo, pero por precios superiores a los 600.000 dólares, aunque no se sabe si finalmente se llegaron a producir. Lo que sí se puede decir es que una unidad fue importada a Estados Unidos en el año 2009, la cual fue incautada por aduanas y hoy en día se desconoce su paradero.