Un coche autónomo es aquel automóvil capaz de moverse sin necesidad de que haya un conductor. Este último lo único que tendría que hacer sería establecer el destino deseado y listo. Un funcionamiento que, si bien a primera vista parece sencillo, en realidad resulta bastante complejo. Un hecho que, precisamente, está retrasando la llegada del coche autónomo al mercado.

Los expertos aseguran que estamos en una fase en la que los sistemas de conducción autónoma aún requieren de mucha evolución. Hay que mejorar muchos aspectos, tales como la toma de decisiones, el cambio de carril del vehículo, la adaptación al tráfico, etc. Situaciones que para un conductor son muy habituales, pero que para el coche autónomo aún no tanto.

La escala SAE de ingenieros

La escala SAE de ingenieros establece una clasificación por grados con respecto a la circulación autónoma. Los coches que no necesitan de ningún tipo de ayuda electrónica y en los que el conductor ha de hacer todo representan el nivel 0. Una vez dicho esto, hay que señalar que ya hay modelos de coches de nivel 2 y 3 circulando fuera de Europa y se está estudiando la posibilidad de introducir en unos años el nivel 4.

Ya existen desde hace unos años en el mercado automóviles del nivel 1. Estos son aquellos coches que incluyen una serie de automatismos, entre los que se encuentran los controles de crucero inteligentes ACC, la frenada automática de emergencia, la alerta de salida de carril o los retrovisores anti ángulo ciego.

Los coches del nivel 2 son aquellos en los que el propio vehículo ya es capaz de manejar el cambio y los pedales, frenar y acelerar para adaptarse a los cambios de ritmo en el tráfico o tomar curvas suaves. No obstante, el conductor debe mantener por ley las manos en el volante, ya que sigue siendo el único responsable de la conducción.

El nivel 3, considerado un nivel 2 pero más completo, ya se encuentra en funcionamiento en Estados Unidos y China y se espera su llegada a Europa para el próximo año 2020. Entre sus características hay que destacar la presencia del adelantamiento autónomo y la posibilidad de que el conductor suelte el volante en atascos urbanos y autopistas, pero siempre a menos de 60 kilómetros por hora.

El nivel 4 ya incluye, entre otros elementos, el piloto automático. La tecnología que llevaría incorporada un vehículo de este nivel propicia que el conductor pueda convertirse en un pasajero más. Tanto es así que solo se detendrá por sí mismo si se produce algún tipo de anomalía en su funcionamiento. De lo contrario, puede ir perfectamente solo.

Hay quienes aseguran que los primeros coches de este nivel 4 aparecerán por las carreteras en el año 2021 y 2022. Sin embargo, serán modelos de prueba en los que los expertos tomarán nota del funcionamiento, la fiabilidad y la seguridad de estos vehículos. Como veremos más adelante, para que lleguen al mercado aún quedarán unos años.

Grandes compañías como Google, Uber, Volvo, BMW, Citroen o Audi ya están trabajando en el coche autónomo con nivel 4.

Quedaría, por último, el nivel 5, un grado que se conoce como la conducción autónoma completa. Aquí se situarían aquellos automóviles que pueden circular por cualquier carretera o por la ciudad y no requieren del manejo del conductor. Tanto es así que este podría ir perfectamente en el asiento de atrás sin ningún problema.

Los coches semi autónomos y el avance hacia las nuevas tecnologías

Bien es cierto que ya el mercado actual ofrece una gran variedad de coches semi autónomos capaces de realizar todas las maniobras anteriores, especialmente en lo que respecta a las vías rápidas y las autopistas. Sin embargo, siguen necesitando el manejo del conductor en la mayoría de las ocasiones. Son, por tanto, coches que tienen sus capacidades autónomas limitadas.

Una de las razones por las cuales el coche autónomo aún no ha logrado asentarse en el mercado es de índole económico. La tecnología actual que necesitan estos vehículos es cara, algo que está ralentizando en exceso la evolución de los sistemas de conducción autónoma. Sin ir más lejos, el sistema de inteligencia artificial que necesita un coche autónomo es muy complejo.

746 vehículos autónomos en 2023

A este respecto, los expertos aseguran que lo que se pondrá en práctica en los próximos años será el uso de vehículos que, sin ser del todo autónomos, sí incorporarán el hardware y la tecnología necesaria. Se estima que para el cierre del 2019 serán ya casi 333.000 los automóviles que estén habilitados para ser autónomos.

Las mismas estimaciones apuntan a que para el año 2023 serán 746.000 los vehículos que dispongan de la tecnología necesaria para ser considerados coches autónomos. El hardware con el que irían equipados incluiría cámaras, radares, sensores LIDAR y un software over the air ideal ya para poder operar con autonomía.

No obstante, este hardware seguirá teniendo un coste elevado, aunque se espera que para el 2026 su precio se reduzca hasta en un 25%. Una fecha en la que también mejorarán los algoritmos de percepción de los vehículos autónomos, lo que les aportará un incremento notable de seguridad, un aspecto que aún no está del todo desarrollado.

América del Norte, China y la Europa occidental serán las zonas del mundo en las que probablemente asistiremos en primer lugar a la llegada de este tipo de vehículos.

A pesar de todo lo dicho, lo cierto es que el coche autónomo es el vehículo del futuro. No en vano, quizás tengamos que esperar hasta mediados de la próxima década para comprobar que la evolución de la tecnología autónoma se ha desarrollado plenamente. Serían los coches catalogados en el nivel 5 de la escala SAE de ingenieros. Hasta entonces, queda por hacer también una profunda revisión de la normativa que legislará a este tipo de vehículos.

Aún quedan, por tanto, unos años para que el coche autónomo pueda moverse con total libertad por las carreteras de todo el mundo.