Desde la firma alemana Volkswagen han anunciado que han comenzado a apostar por los coches eléctricos, compitiendo así en varios frentes, como en el de los motores tradicionales como el diesel y el de gasolina. Según declaró Mathias Müller, presidente del grupo, durante la presentación de los resultados de 2017, “Nos encontramos construyendo nuevas infraestructuras, pero sin dañar las que tenemos”.

Inversión millonaria para el grupo

En su presentación declaró que este movimiento es parte de su estrategia, como la que marcó Toyota hace unos días, en los que anunció que renuncia a vender coches con motorizaciones diesel en Europa.

Müller destacó que se modificarán al menos 16 de las 120 plantas que el grupo tiene en todo el mundo para la producción de coches eléctricos. Para ello se invertirán más de 6.600 millones de euros durante este año y otros 34.000 millones hasta el año 2022. Para finalizar, la compañía tiene como objetivo tener electrificada toda su oferta.
¿Habrá alguna remodelación en las plantas españolas? Parece ser que no. Según sus palabras, “Volkswagen estará donde se encuentre la demanda. Si la demanda cambia, nos lo plantearemos”. Por tanto, y al menos de momento, las plantas españolas que tiene en España, Volkswagen en Navarra y Seat en Martorell, no están entre las elegidas.
Pero no toda la inversión se irá por la apuesta eléctrica sino que también se seguirá trabajando con los motores convencionales, para lo que anunció una inversión de más de 90.000 millones de euros en los próximos años.

Pueden parecer cifras realmente desorbitantes, pero viendo los beneficios del grupo, son relativamente equilibrados. Müller presentó una facturación de 230.682 millones, un 6,2% más que durante el año anterior. Con un beneficio operativo de 17.000 millones, superando en un 16,5% los resultados del año anterior, con un beneficio neto de 11.638 millones.