Tan solo hace algunos años, el hecho de imaginar coches volando quedaba relegado únicamente a las películas de ciencia ficción, pero hoy en día parece que todo eso está mucho más cerca de nosotros de lo que jamás hubiéramos imaginado.

Según datos de la ONU, en 2050 el 70% de la población mundial vivirá en grandes ciudades. La movilidad será un tema de gran preocupación y ya están comenzando a aparecer muchos de los que podrían ser los vehículos de ese futuro no tan lejano.

¿Cómo serán los coches del futuro?

El sector tendrá que irse adaptando a las necesidades de movilidad. Estamos convencidos que en el futuro nos depara algo muy especial. En no demasiado tiempo podremos encontrar un gran número de propuestas de movilidad, tanto para tierra como para mar (o cualquier otra zona de agua) e incluso aire; vehículos voladores que no son aviones, helicópteros o similares.

Vehículos del futuro: la movilidad terrestre

La evolución lógica de la movilidad terrestre estamos viéndola actualmente con los coches eléctricos, 100% conectados y con guiado autónomo. Son modelos que convivirán durante mucho tiempo con los coches tradicionales de motor con combustión interna.

Por otra parte Christian Ledoux, director de movilidad y servicios conectados de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, declaró que en el futuro nadie usará el coche particular en las ciudades; éste será reservado solamente para los viajes más largos.

Independientemente de las usabilidad que tengan los coches en el futuro, las lanzaderas autónomas serán uno de los recursos más utilizados en cuanto a movilidad terrestre se refiere. Las habrá de diferentes tamaños según las funciones que tengan que desarrollar, desde el transporte de personas hasta el reparto de mercancías.

Para entender mejor qué es una lanzadera autónoma, hay un ejemplo muy destacable: el Sedric de Volkswagen. Un prototipo de mini bus que no tiene conductor y que, según diversas fuentes, podría llegar a estar operativo antes de la llegada del año 2025.

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Este modelo destaca por sus puertas laterales y cuenta con una capacidad para cuatro adultos, aunque podría llevar más si se separa la distancia entre los ejes. En este caso, puede actuar como taxi robot y proporcionar servicios de transporte personal o compartido. Para ir al trabajo, recoger a algún cliente, llevar y traer a los niños del colegio o incluso entregar la compra a domicilio.

Opciones de movilidad acuática

Aquellas ciudades o núcleos urbanos que estén sobre agua o proximidades, encontrarán en la movilidad acuática una gran alternativa de cara al futuro. Se puede llegar a convertir en una alternativa sostenible y práctica que ayudará, sin duda, a llevar a cabo los desplazamientos en ciudades de mar o con ríos navegables de formas más sencilla.

Una de las principales alternativas que podemos ver actualmente son los taxis acuáticos Sea Bubbles. Se trata de lanchas eléctricas que cuentan con silueta muy parecida a una burbuja y que tienen unos 5 metros de largo. Cuentan con cinco plazas y pueden navegar al aire libre al abrir la cabina, proporcionando una experiencia única.

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Alain Thebault y Anders Bringdal son los responsables de este proyecto. Son dos navegantes veteranos que han usado la tecnología de los Jetfoil para poder desplazarse hasta 15 nudos sobre el agua, alrededor de 29 Km/h sobre sus patines. El casco se eleva unos 40cm sobre el agua y se espera que a medio plazo incluyan sistemas de navegación autónoma. Si tienes 140.000 euros ya puedes reservar una de las 20 unidades que están a la venta.

Soluciones de movilidad por el aire

La movilidad por el aire es algo que seguramente habrás imaginado en infinidad de ocasiones, como sucede en muchas películas de ciencia ficción. Firmas como Boeing, Airbus o Uber ya están trabajando en ello y cuentan con diferentes propuestas de movilidad aérea.

El proyecto Pop.Up Next de Airbus, Italdesign y Audi propone un concepto modular que se caracteriza por su movilidad horizontal y vertical, 100% automatizado y con propulsión eléctrica.

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Su cabina puede anclarse a un módulo aéreo y otro terrestre. El primero está compuesto por cuatro esferas con hélices que hacen que el vehículo se convierta en una especie de gigantesco dron.

Despegará y aterrizará sobre una plataforma con ruedas que cuenta con una mecánica eléctrica, que también permite circular como si de un utilitario se tratase. En el aire tiene 130 Kilómetros de autonomía y en tierra aumenta hasta los 230.

Por otro lado, el Flyer es un modelo muy sencillo. Se trata de un avión monoplaza de la compañía Kitty Hawk, perteneciente a Larry Page, cofundador de Google. Es una mezcla entre hidroavión y dron, dado que cuenta con unos patines que pueden integrarse en las hélices. Además, puede adoptar el uso de ruedas con las que se puede circular en tierra. Tiene un peso de 113 kilos y 10 baterías que le permiten volar a una velocidad de unos 35Km/h aproximadamente.

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También nos encontramos con el TF-X de la compañía Terrafugia, firma adquirida por Geely, propietaria de Volvo. En este modelo se han juntado 16 motores eléctricos que rinden una potencia máxima de 600 caballos y uno térmico de 300 caballos. Su velocidad máxima es de 320 Km/h en vuelo y cuenta con unos 330 kilómetros de autonomía. Se espera que pueda ser comercializado en el año 2020.

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La propuesta de movilidad aérea más interesante del momento

Lilium es la propuesta más interesante que hay actualmente. Pertenece a una compañía alemana a la que recientemente se ha unido Frank Stephenson Santos, el creador de vehículos tan importantes como el Mini y el Fiat 500 o el BMW X5 entre otros. Frank será el encargado del diseño de este modelo. Se puede decir que es un aerotaxi low cost eléctrico, de cuatro plazas con despegue y aterrizaje vertical.

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Tiene nada más y nada menos que 36 motores eléctricos repartidos por sus cuatro alas, lo que le permite despegar y girar a posición horizontal para volar. Al igual que el TF-X de Terrafugia, tiene una autonomía de 300 kilómetros y una velocidad máxima de 320Km/h.